Mi nombre es Deyanira Robledo, soy diseñadora gráfica y soy la creadora de Espacio Creativo. Desde que tomé la decisión de ser diseñadora, muy en el fondo sabía que esto no era para mí, pero lo que no me imaginaba era que un día llegaría a tener un taller y sería emprendedora.

Después de probar, aprender, invertir y sentirme un tanto perdida, un día llegó el caos y no sabía cuál era mi propósito ni hacia dónde ir. Fue justo en la pandemia cuando el empleo de oficina que tenía se terminó, así que tenía que hacer algo. Comencé a pintar joyeros de MDF, los cuales ya hacía pero como un hobbie, después de todo esto estaba decidida a que lo próximo que llegara a mi vida sería definitivo. Así que compré materiales y puse manos a la obra.

Después de un tiempo, por azares del destino, comencé a trabajar nuevamente en una imprenta y fue ahí donde todo comenzó. El dueño de dicha imprenta tenía una cortadora láser, la cual aprendí a manejar y hacer mis primeros diseños. Me di cuenta de que podía hacer infinidad de cosas y lo primero que vino a mi mente fue hacer aretes y llaveros. Recuerdo bien que con la madera que tenían en bodega hice los primeros aretes. Aún no sabía cómo serían ni dónde los vendería, pero mi corazón estaba seguro de que eso era lo que tanto había esperado.

Recuerdo bien que a los pocos días me enteré de que habría un bazar en el lugar donde vivía y no lo pensé más y me inscribí. Comencé a pintar y dejar que la creatividad fluyera y los primeros diseños nunca los olvidaré. Fueron pocos pares de aretes, pero estaba convencida de que algo bueno vendría. El día llegó para ir al bazar y recuerdo que la mesa que ocupé era pequeña, apenas la llenaba, pero en el transcurso del día vendí mi primer par y yo estaba volada. Era mi sueño hecho realidad, todo me parecía fascinante. Estaba súper nerviosa, pero con el corazón lleno de amor y seguridad.

Ese día lo recuerdo bien: fue un sábado 7 de agosto de 2021, donde di a conocer mi primera colección en mi primer bazar. Jamás se me olvidará. Desde entonces, los aretes que realizo siguen, con algunos cambios, técnica mejorada, pero más segura que nunca. Los sueños se cumplen, el universo y Dios escucharon el deseo de mi corazón.